El proyecto del Túnel de peatonalización de Puerta del Sol
Contaminación, feismo, socavones y rampas
Transición ecológica en sentido contrario
El proyecto licitado, al fomentar contaminación y trafico con el túnel, entra en contradicción con las nuevas tendencias de movilidad y bajas emisiones de la Unión Europea. La Agenda Europea 2030, los Planes de Movilidad Urbana Sostenible de la UE, y los propios Fondos FEDER con los que se financia la obra, recogen esta tendencia.
No nos llamemos a engaños ni a cortoplacismos. Por todos es sabido que en todas las medianas y grandes ciudades están limitando la entrada de vehículos en los centros de las ciudades, pues la reducción de tráfico es uno de los ejes de la Transición Ecológica en los espacios urbanos para evitar los gases de efecto invernadero y las consecuencias de cambio climático.
Una peatonalización pobre
La obra solo contempla peatonalizar la Puerta del Sol (apenas 200 metros), y reforzará el eje circulación actual: Colegiata, Plaza de la Constitución, Príncipe en demérito de la totalidad de nuestro casco viejo.
Un simple corte de tráfico entre la Porta del Sol y el Paseo de Alfonso duplicaría el área peatonalizada y crearía un conjunto histórico único. Al unir Casco Viejo Alto/ Panificadora y Casco Viejo Bajo se cumpliría uno de los objetivos declarados en el PEPRI, el Plan de Protección del Casco Vello como Bien de Interés Cultural (BIC) de 2007 de, el de "unir peatonalmente el casco viejo y alto".
Un muro en el Casco Viejo
Elduayen es una calle ya humanizada con arbolado, alumbrado de epoca, y amplias aceras de factura reciente en buen estado. Su estilo es el de un bulevar del XIX, y si algo demanda es peatonalizararla con gusto para dinamizarla y facilitar el acceso al balcón de la ciudad, el Paseo de Alfonso.
Carece de todo sentido desdecir el planeamiento (2) para la realización de una obra injustificada (ya está humanizada) que destroce morfología y patrimonio, (deshumanización), al alzar un muro entre el casco viejo y alto que afectará al patrimonio protegido y dificultará algo tan sencillo como cruzar la calle.
El túnel es más ancho que la calle
Prueba de ello es que ha resultado imposible encajar en su ancho una rampa única de entrada y salida lo que ha acarreado que se desboque el presupuesto, y esa insólita sucesión de rampas y bocas del túnel, que se puede ver en la planta del proyecto.
Pero, atención, este mismo hecho es susceptible de provocar serios riesgos en las cimentaciones y estructuras en los edificios históricos, protegidos, debido la excavación y a instalación “a ciegas” de los micropilotes que soportarán la estructura del Túnel.
Afectación del Camino de Santiago
El camino de Santiago Portugués por la Costa pasa por el Casco Viejo de Vigo en la zona afectada por el túnel: entra por Paseo Alfonso XII, continúa por Elduayen para después acceder la Colegiata por Sombrereiros.
Al hacer dos rampas separadas (porque una única salida no cabe en la sección de la calle) el camino de Santiago se ve gravemente afectado. Además de la evidente falta de atractivo de la entrada de los peregrinos en el casco antiguo de Vigo, el proyecto no contempla que el Camino Portugués por la Costa tiene protección como “Territorio histórico” en la Ley de Patrimonio de Galicia, ni se establece un trazado alternativo que solvente a movilidad de los peregrinos durante la ejecución de las obras, requisitos que exige la ley antes citada
Afectación global
Centrar la afectación en los vecinos y en la calle de Elduayen es unha falsedad. La realización de esta obra afecta a toda a la ciudad. Devalúa el Camino de Santiago a su paso por Vigo, menoscaba o el Paseo de Alfonso XII, pone en riesgo el Olivo de la ciudad, y afea lo más concurrido del centro urbano debido a las rampas del túnel de Policarpo Sanz,una brecha central de doble carril de entrada e saída que arranca al final del antiguo Teatro García Barbón hasta alcanzar en en la boca de entrada de la Porta do Sol una altura de dos pisos.
Esta "cueva" y la rampa tendrán un gran impacto en el paisaje urbano de Vigo y deslucirán la vista da zona peatonalizada desde Policarpo Sanz, de edificios tan emblemáticos como o "El Moderno", el edificio Simeón, el monumento del Sireno, y la propia Puerta del Sol.
Problemas de movilidad
Puede ser peor el remedio que la enfermedad. La simple contemplación de la planta del proyecto que mostramos abajo muestra un cuello de botella que puede generar numerosas retenciones y atascos: un tramo de solamente 12 metros es el único espacio donde se puede cruzar la calle.
En este tramo conviven el único paso peatonal y el acceso de vehículos. No hace falta tener muchas luces para pensar que estos últimos tendrán complicada su circulación en un ancho tan reducido, debido a margen de maniobra de los vehículos y la espera de los peatones en el paso. Y también es obvio que los peatones no estarán muy a gusto debido a la inseguridad vial que generará esa "ese" y a los gases de la salida del túnel inmediato.
Por otra parte, al estrechar las aceras hasta mínimo legal permitido en ciertos tramos se penaliza la circulación de personas de movilidad reducida, peregrinos, turistas y de todos los peatones. Hecho que se reitera en las zonas anchas al convivir el acceso vehicular para residentes, transportistas y emergencias con el uso peatonal. Todo ello sin olvidar que el túnel alterará muchas costumbres viales como la circulación tradicional en eventos como, por ejemplo, la cabalgata de reyes.
El desastre de la calle Elduayen
① Dos inmensas brechas se hunden en el terreno hasta una profundidad de 6,20 metros, el equivalente a dos plantas de un edificio alzarán un muro separando de forma irreversible el casco viejo alto y el caso viejo bajo. Por lo estrecha que es la calle resulta imposible encajar en su ancho una rampa única de entrada y saída al túnel, como consecuencia, una longitud de 135 metros queda ocupada por la sucesión de bocas del túnel, confinando con sus cerramientos los espacios para los peatones. Al ir contra la pendiente que ya tiene la calle, las rampas tendrán una pendiente del 14%, igual que si se tratase de una salida de un garaje particular aunque con longitudes de 50 y 60 metros.
② La escasez de espacio y el mayor ancho que se requiere para los carriles de circulación subterráneos lleva a reducir el ancho útil para los peatones a dimensiones críticas y muy inferiores a las que tienen las aceras ahora existentes.
③ Los árboles ahora existentes en los márgenes de Elduayen desaparecerán (no queda ancho ni sustrato para poder plantarlos) y serán sustituidos por dos jardineras, una en cada cabecera de las bocas del túnel, que serán los únicos espacios verdes de toda la calle Elduayen.
④ En un tramo de solamente 12 metros comparten espacio el paso de peatones (única conexión peatonal transversal de todo este tramo de calle) y el acceso de vehículos de residentes, de servicio o de emergencias, con el conflicto que supone la promiscuidad de tránsitos, en un ancho tan reducido, entre la maniobra de los vehículos y la espera de los peatones en el paso.
⑤La única franja peatonal que se deja con cierta amplitud queda disminuida por la necesidad de recoger el paso de acceso vehicular para residentes, para el servicio y reparto a los locais o negocios existentes y para los vehículos de emergencias.
La rampa y boca de Salida Elduayen - Paseo de Alfonso.
① La mayor dimensión que requiere cada carril de circulación de la rampa y túnel (muros y arcenes de seguridad) obligan a reducir al mínimo las aceras para los peatones, formando estrechamientos en embudo sobre ambos lados de rúa Elduayen.
②Como consecuencia de esos estrechamientos, la convivencia entre el tránsito peatonal y el de ciclistas (o patinetes) resulta inviable, ese tipo de movilidad queda condenada a circular 300 metros en túnel respirando la contaminación de los vehículos a motor y saliendo hacia el Paseo de Alfonso por una pendiente ascendente del 14% (tan forzada como una rampa de garaje de 60 metros de longitud).
③Al ser imposible encajar una doble rampa de entrada y salida en una calle tan estrecha, el proyecto desplaza entre sí las dos bocas del túnel, haciendo que toda la rúa Elduayen, entre la bajada a San Vicente y el Paseo de Alfonso tenga circulación de vehículos y aceras más estrechas que las actuales, desaparecerán todos los árboles actualmente existentes, por no tener espacio ni sustrato de plantación.
④ Para poder dejar que quepan los autobuses urbanos, las señales y el sistema de extracción del aire contaminado hacia el exterior (por las bocas del túnel), el túnel alcanza una profundidad de 6,20 metros, o sea, el equivalente a dos plantas de un edificio.
⑤ En muchos puntos, la ocupación de las bocas del túnel a lo largo de rúa Elduayen deja las aceras para el recorrido de los peatones reducidas al ancho que tuvieron en lo años ochenta, cuando esta calle tenía tres carriles de circulación de vehículos generando posibles problemas de mobilidad en discapacitados.
La rampa y boca de Salida Elduayen - Puerta del Sol
① Elduayen no va a ser peatonal entre la bajada a San Vicente y el Paseo de Alfonso. Las aceras van a quedar confinadas por muros y fosos de las rampas del túnel. Pavimento continuo de piedra, impermeabilización del terreno, supresión de la vegetación existente, fomento del tráfico rodado de travesía, afección irreversible de un paisaje cultural y de las estructuras del patrimonio histórico construido, acumulación de ruidos y contaminación en determinados puntos (bocas del túnel)... son actuaciones contrarias al Convenio Europeo del Paisaje y a las directrices de la UE para las actuaciones en las áreas centrales de las ciudades.
②Una jardinera en cada una de las cabeceras de las rampas del túnel, van a ser las únicas zonas verdes de toda la calle Elduayen, van a desaparecer, solamente en el tramo que va de la bajada a San Vicente al Paseo de Alfonso, un total de 21 árboles (camelios y naranjos amargos) ahora existentes.
③ La brecha de la boca del túnel en dirección a la Puerta del Sol, igual que en el caso de la salida hacia el Paseo de Alfonso, se hunde a una profundidad equivalente a dos plantas de un edificio.
④La boca de entrada al túnel se continúa con la de salida, separadas apenas 12 metros una de la otra y con un desarrollo total de 135 metros en longitud, ocupando todo el recorrido de Elduayen entre la bajada a San Vicente y el inicio del Paseo de Alfonso.
⑤Entre una rampa y la otra, el espacio para los peatones queda interrumpido por la necesidad de dejar un recorrido de acceso de vehículos (tráfico de acceso eventual a residentes, reparto a locales comerciales y vehículos de servicio o emergencias) en una difícil convivencia entre coches y peatones, que siempre acaban transitando por secciones inferiores, en muchos puntos, a las de las actuales aceras. Con solamente 400 m2 ganados de espacio peatonal respecto a la situación actual, 450 m2 van a ser de uso compartido coches-peatones.